Este espacio nació como un punto de encuentro para que las participantes pudieran compartir experiencias, proponer actividades y fortalecer lazos entre chicas de distintos países de América Latina. Desde el inicio, se diseñó como un espacio seguro, exclusivo para ellas, donde cada mes se reunían con la moderación de una mujer joven, asegurando que fueran ellas mismas quienes decidieran la dinámica del encuentro, ya fuera para intercambiar información o desarrollar actividades en conjunto. De esta manera se construyó un ambiente donde cada una tenía el poder de decidir y expresarse sin miedo.